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Consumo local para un cambio social / Columnista invitada

Mucho es una herramienta que permite al consumidor el acceso a productos campesinos sostenibles.


Por: Pamela Villagra - Noticia tomada de El Tiempo



Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo, y podría ser, si se lo propusiera, la despensa alimentaria del globo. Eso, claro, si el Estado y todos los actores público-privados se propusieran recuperar el campo. Las cifras que dan cuenta del abandono del agro son alarmantes. Colombia es uno de los países que más alimentos importa, pese a poseer 110 millones de hectáreas cultivables, y de las cuales solo se trabajan 7,1 millones.


El problema tiene muchas aristas: deterioro del tejido social, escasez de alimento, poblaciones abandonadas, analfabetas, escaso desarrollo de vías que conecten pueblos con urbes, migración hacia la ciudad, etc.


Resulta, por tanto, obligatorio volver la mirada a la tierra, porque recuperando la conexión campo-ciudad no solo se mitiga la desigualdad social, si no que se reduce la huella ambiental, aumenta la economía doméstica y se genera desarrollo social.


Un colectivo de jóvenes comprometidos con esa reconexión acaban de lanzar Mucho (https://comemucho.com/), una herramienta que permite al consumidor el acceso a productos campesinos sostenibles y de alto valor nutricional.


Una iniciativa que con el apoyo del Fondo Acción mejora las condiciones comerciales del campesinado, asegurando sus derechos y construyendo una economía alternativa y solidaria.


Mucho, cuyo centro de acopio se ubica en el efervescente barrio de Chapinero Alto, funciona como aplicación digital. Así, desde el móvil, el usuario puede realizar su mercado, recibiendo producto fresco, porcionado y con su receta detallada paso a paso, un valor agregado que permite no solo disfrutar de alimentos olvidados, sino también recuperar el recetario tradicional colombiano.


Marta Posada, una de las creadoras de Mucho, explica que los sistemas actuales de abastecimiento de alimentos solo le dejan al campesino entre un 7 y un 11 % de las utilidades generadas en el negocio agrícola. El resto queda en manos de las grandes superficies y los numerosos intermediarios. Mucho apuesta, en cambio, por un modelo de repartición justa y social, que arranca en un 60 % para los productores y 40 % para la plataforma, y que busca llegar a un modelo 80/20.


Comiendo se puede cambiar el mundo. Así que la invitación es a que descargue Mucho, haga su pedido y disfrute de una comida llena de sabor y justicia.

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